Costa Rica.

Txt: 3 quillas 2012

Fotos: las de este viaje se quedaron en manos de un amigo de lo ajeno, en Punta Uvita !!! Dejamos algunas de un viaje anterior, que no necesariamente se corresponden con los lugares descriptos en los relatos, pero que no dejan de ser imagenes captadas por nosotros en Costa Rica.

Hola lectores de 3quillas! Después de un periodo de inactividad en la web (tuvimos nuestras razones, aunque se mantuvo el vinculo a través del grupo en Facebook), volvemos para compartir con Uds. relatos de los últimos viajes y aventuras en este mundo de olas. A continuación las principales historias, rescatando datos útiles y retornos de experiencia para aquellos que estén planeando visitar Costa Rica. Como de costumbre, recibimos sus comentarios y preguntas a editor@tresquillas.com.ar. Buena lectura!

Atardeceres y mate, una dupla inseparable después de una tarde de surf, para surfistas argentinos!

1. El itinerario: Costa Caribe; Volcanes - Rain Forest y Cascadas; Pacifico Norte; Pacifico Central; Pacifico Sur.

Les dejamos lo que fue nuestro derrotero por "el país mas feliz del mundo", y los nombres de los lugres donde nos hospedamos. Los puntos verdes marcan los lugares donde hicimos noche, en el rectángulo indicamos con el primer numero el orden cronológico del viaje (del 1 al 16), y con el segundo numero indicamos la cantidad de noches que pasamos en cada lugar. El primer destino fue el Caribe, luego los volcanes, ríos, cascadas y Rain forests del centro del país, siguiendo por la península Nicoya del lado del Pacifico Norte. Desde ahí empezamos a bajar por el Pacifico hasta llegar a los últimos 2 points en el extremo sur.

1: Heredia. Noche de la llegada, a las afueras de San José. Ciudad del café y de los chocolates Britt. Hotel Hojarascas. / 2: Cahuita, costa Caribe. Piscina Natural. / 3: Playa Chiquita, costa Caribe. Miraflores Eco Lodge. / 4: San Ramón, en las montañas.Casa Amanecer. / 5: La Fortuna, zona Volcán Arenal. Essence Arenal. / 6: Volcán Tenorio. La Amistad. / 7: Playa Grande, frente a Tamarindo. Hotel El Manglar./ 8: Playa Negra. Kon Tiki. / 9: Sámara. Tico Adventure Lodge. / 10: Santa Teresa. Funky Monkey Lodge. / 11: Jacó. Vista Pacifico. / 12: Manuel Antonio. Coco Beach./ 13: Dominical. Domilocos / 14: Cabo Matapalos. Ojo de Mar. / 15: Pavones. Cabinas Miraolas. / 16: el regreso, San José.

2. La partida y la llegada: Un encuentro con El Burro.

En una atípicamente fresca madrugada de febrero de 2012, partimos rumbo a Ezeiza en el único remis con porta equipajes que pudimos conseguir después de llamar a mas de 20 agencias, en Buenos Aires. El vuelo de TACA salía a las 7h45 AM, había que estar 3 horas antes, cumplir la no siempre fácil tarea de despachar las tablas, pagar las tasas correspondientes, etc. La estadía planeada era de 3 semanas y un poco mas. Objetivo: recorrer lo máximo posible Costa Rica, descubrir paisajes, lugares, comidas, cervezas, y por supuesto, picos, olas y surfear.... Con toda la expectativa del viajero, salimos aquella noche. El vuelo hizo escala en Bogota, con cambio de avión y 1h30 de espera. Bogotá es el aeropuerto con la mayor cantidad de perros policías que hayamos visto: jóvenes labradores entrenados para detectar drogas, vistiendo chalecos con insignia policial. 2hs después aterrizábamos en una fresca San José, capital de Costa Rica.

El lobby del aeropuerto estaba lleno principalmente de gringos de USA y de europeos, con sus mochilas de colores, ropa especialmente diseñada para el trópico, y toda la variedad de gorros del estilo Nat Geo que puedan imaginar. Nuestra bienvenida no fue tan "Pura Vida" como hubiésemos querido... Los contingentes de yanquis pasaban delante nuestro por el puesto de migraciones, como panchos por su casa, sin siquiera esforzarse por hablar el idioma local. Al llegar nuestro turno, la no tan amable agente de migraciones que nos tocó, comenzó un inusual e inesperado interrogatorio para alguien proveniente de un país que no requiere visa: "De donde son?". Mmm... tenes el pasaporte en tus manos, pensé yo..., pero amablemente respondí "Buen día Señora, somos de Argentina". "De donde vienen". "Venimos de Buenos Aires, aeropuerto de Ezeiza, señora". "Aquí dice que Usted viene de Bogota". "Bueno, si, OK. El vuelo hizo escala en Bogota, pero venimos de Buenos Aires". "Y que hicieron en Bogota?", insistía secamente sin levantar la mirada y ojeando nuestros pasaportes. Ya con un poco de menos humor respondimos "No hicimos nada en particular, solo esperamos el cambio de avión de TACA a Avianca. Fue una escala programada del vuelo". "Y cuanto tiempo estuvieron en Bogota?". Uuuuuuy!!! Ya se estaba poniendo demasiado densa la cosa... "Estuvimos en Bogota el mismo tiempo que estuvo todo el pasaje del vuelo de TACA con proveniencia de Argentina". "Y adonde se van a hospedar? Cual es el motivo de su viaje? Hasta cuando se quedan? Cual es su ocupación? Conocen a alguien en Costa Rica?". Que cazzo pasa acá? pensabamos... Estamos entrando a uno de los países mas turísticos del mundo, o estamos entrando a la sala de servidores informáticos del Pentágono???. Después de unos minutos de un innecesario e incomodo intercambio de preguntas y respuestas, pudimos finalmente ingresar al "país mas feliz del mundo". Pura vida, mae...

Segunda fase: recuperar el auto de alquiler que habíamos reservado para las 3 semanas, un Daihatsu Theros 4x4 con portaequipajes para las tablas, y por el cual habíamos llamado mas de 3 veces para confirmar reserva, hora de llegada, y forma en que debíamos encontrarnos con él. La consigna era simple: en el lobby del aeropuerto nos esperaría un muchacho de camisa roja, con el nombre de la compañía escrito en ella (que preferimos omitir en este relato), y el se encargaria de todo el resto. Al salir al lobby buscamos, pero no había señales del muchacho de camisa roja... Preguntamos a una persona de otra agencia, a lo que nos respondió sonriente "No mae, el Johhny ia se fue hace bastangte de aquí. No ha quedado nadie de esa compañía." !!! ... Cooomooo !!!! Enseguida llamamos al numero de la reserva desde un teléfono publico, nos atienden, nos reconocen, nos dan la bienvenida a Costa Rica y con un tono indiferente se limitan a decirnos "No nos quedan mas carros". Aja... Y como hacemos? "Iame mañana para ver si entra algún carro. Pero esta bien difícil". Se imaginan la catarata de piropos y de cuestionamientos que le hicimos a estos HdP... Pero eso no nos ponía en mejor posición con respecto a nuestro pequeño "problema". Preguntando en las agencias del aeropuerto la respuesta fue uniforme "No quedan carros. No hay carros en Costa Rica en este momento. A quien se le ocurre venir en esta época sin reserva". Genial... Buena manera de comenzar el viaje!

Momentos de olas con la serie entrando, y tiñendo el mar de blanco a su paso, vs Momentos de flat entre serie y serie. Así es el Pacífico en algun lugar al sur de CR.

Un agente de esos que están a la caza de oportunidades, un tipo con calle, se nos acercó tras haber sido testigo involuntario de lo que nos estaba pasando, y nos propone "Tengo aquí el celular de un agenciero amigo, el puede ser que tenga 1 auto. Lo llaman El Burro". Accedemos a que lo llamara, no teníamos nada que perder. El agenciero atendió, y se ofreció a traer al aeropuerto el único auto disponible en todo Costa Rica según él. Ya la noche había caído en Alajuelas, afueras de San José y sede del aeropuerto... El humor no era del mejor en el grupo.

El auto que nos ofrecían era mucho mas grande, una camioneta 4x4 gigante, con 2 palancas de cambio y unos botones raros para arrancarla, vidrios polarizados, y a un precio que excedía en un 40% nuestro valor pactado con la otra compañía originalmente. Pruebo el auto, manejando de noche por una ciudad desconocida, sin estar convencido del todo, sabiendo que seguramente me estaban sacando ventaja por la situación, pero pensando también que sin auto, el viaje, la recorrida, el descubrimiento del país y el surf trip, no eran posibles... Resignado le digo OK, mientras volvemos al aeropuerto, me proponen ir a firmar un contrato a una estación de servicio, porque la oficina ya había cerrado. En que me estaré metiendo...No me va a alcanzar la guita.... Y otros pensamientos positivos venían a mi mente..

Al volver al aeropuerto me bajo de la camioneta, mientras el agenciero se va en el auto a buscar los papeles a la oficina cerrada. Uno de los integrantes del trip me viene a encontrar corriendo y dice "llamamos al hotel que teníamos reservado para esta noche, planteamos la situación, y el encargado nos prometió que él conseguía un auto similar al original, y al mismo precio!!! Quedo en llamarnos en 10 minutos a este teléfono publico". Mmmmmm.... El otro ya se fue a buscar la documentación, y venia para acá para firmar el contrato. Yo le di el OK.... Mientras discutíamos que hacer, suena el teléfono publico. Atendemos y era el del hotel "Muchachos, mañana a la mañana a las 8hs los buscan en mi hotel, los llevan a la agencia POAs Rent a Car, y les entregan su auto por las 3 semanas". Uaaau!! No podíamos creerlo. Pero había un pequeño detalle. había que decirle al otro agenciero que deshacíamos lo pactado y que estaba yendo al pedo a buscar los papeles. En eso sobresalto y exclamo:"quien tiene mi mochila?". "Boludazo!!!! Te la olvidaste en el auto cuando fuiste a probarlo!!!", me responden. La situación era la siguiente: tenia que pedirle el celular del Burro al agente callejero, para pedirle por favor que lo volviera a llamar, para decirle que al final no le alquilaba el auto, y que se fijara si por casualidad no había una mochila adentro... El agente llama, explica todo, aparta el celular de su boca, lo tapa con la mano, me mira  y me dice agitando su otra mano de arriba hacia abajo "Está bien bravo el Burro!!! Ahí viene para aquí con tu mochila... Pero recuerda lo que te digo. No tendrán el carro que les prometieron mañana. Es imposible. Los están timando para sacarles mas dinero". Mató tu onda, pensaba yo...

Ya en un taxi, con las tablas y todo el equipaje cargado, camino al hotel y sabiendo que al día siguiente nos esperaba nuestro auto, al precio original, respiramos aliviados y empezamos a relajarnos para disfrutar del trip que no hacia mas que comenzar... La primer comida en San José, después de instalarnos en el hotel y darnos una aliviadora ducha caliente, fue en una cadena local de pollo frito llamada El Pollo Campero. Pedimos una alitas con yucas (mandioca) y plátano frito. El hotel es muy recomendable, se llama Hojarascas, y es atendido por Omar, un tico muy amable y servicial.

3. Primer Etapa: El Caribe. Naturaleza exuberante y buenas olas.

A las 5hs AM nos despertaron las campanadas incesantes del pueblo de Heredia, que empezaron a sonar antes que nuestro despertador. Hay que aclarar que Costa Rica amanece muy temprano, y anochece temprano también. Se le desplazan los horarios a uno. Luego de un desayuno típico, proteico y cargado a lo Tico, con tamales caseros, huevos revueltos, arroz y porotos negros, fruta, pan, aromatico y dulce café, partimos rumbo al Mar Caribe. Se atraviesa un camino rutero en buen estado, rodeando montañas y selvas bien tupidas, dando amplias curvas, por momentos con niebla, atravesando literalmente nubes con el auto y espontáneas lloviznas. Fue de mucha utilidad el GPS que compramos en San José por 150 USD. Luego de pasar por Limón, que es un puerto comercial importante, lleno de containers y de barcos gigantes, llegamos a nuestro primer destino, el pueblo de Cahuita. Conseguimos alojamiento en Playa Negra, que es a 5 minutos de Cahuita, en el hostal Piscina Natural (muy recomendable), un conjunto de cuartos en medio de un gran jardín tropical lleno de plantas y flores sobre los restos de coral muerto, que forman una pileta natural que se llena con la marea alta, de ahí el nombre del lugar. El lugar tiene también un open space común con cocina y heladera, ofrecen huevos frescos que la misma dueña va juntando por el jardín (las gallinas andan sueltas y hacen lo suyo), tes naturales de jengibre y diferentes hierbas y hojas aromáticas que crecen silvestres y que la dueña va cosechando cada mañana. En Playa Negra surfeamos solos, durante horas, en un mar verde calido, con series de olas ordenadas de 1m a 1,5m, en un marco increíble: palmeras muy verdes de fondo, selva tropical, cielo azul, arena negra en la playa (como quema al caminar descalzo!), hasta que se hizo de noche... Después de pasar por el restaurante local de pescadores mas recomendado, La Fe, y probar el pez espada al aceite de coco, con arroz y plátano frito, estábamos yendo a dormir a las... 21h30, caminando despacito por las calles de tierra, con una Imperial helada en la mano. Viva el Caribe...!

No se puede dejar la región sin visitar el Parque Nacional Cahuita, con playas de arena blanca vírgenes, bordeadas por palmeras y un mar verde profundo. Se van a topar con grupos de monos, mariposas azules enormes, y podrán ver las enormes arañas entre las ramas (ojo a no toparse con una tela caminando distraídos!).

Serie entrando sobre fondo rocoso bien al sur de CR. Recorridas suaves y lentas... ideales para tablonear hasta que se haga de noche!

El día siguiente nos dirigimos a Puerto Viejo, parando mas precisamente en Playa Chiquita, en un eco-lodge de madera en medio de la selva llamado Miraflores, donde se duerme en camas cubiertas por tul anti mosquitos (y otros bichos), y donde te despiertan los famosos monos aulladores a las 5 AM. El rugido de estos macacos te hace pensar que King Kong está abajo de tu cama, y resulta ser que es un monito del tamaño de un gato gritando en la copa de los árboles! Miraflores está construida en un jardín natural, la dueña, Pam, se dedicaba en los años 70 a exportar flores a USA y a Europa. Existe una importante comunidad de gringos, provenientes de USA, que se radicaron en Costa Rica. De hecho es muy común escuchar hablar ingles, casi tanto como el español. Lo mismo ocurre con el dinero, el circulante es una mezcla balanceada de colones (moneda local) y de dólares norteamericanos. Una de las mejores opciones de surf en esta zona es la playa de Cocles. Tuvimos la suerte de que un swell entrara, la verdad que no imaginábamos tal fuerza y tamaño de ola en el ... Caribe. Uno tiene la imagen de playa mansa, y de jubilados yanquis. Nada mas lejos de la realidad surfistica del Caribe Tico. Su máximo exponente es Salsa Brava, rompiente formada por la abrupta barrera de coral, a la que llaman localmente "el rallador de queso", por las marcas que deja en el cuerpo de los que caen al querer domar sus olas y tubos. Escuchamos varias anécdotas de dientes perdidos en el coral, de tablas que al caer atravesaron la pantorrilla de surfistas, de cabezas abiertas, etc. Atención: solo para expertos esta rompiente cuando hay tamaño. Hay varias opciones de playa para días flat, como Manzanillo o Punta Uva, para bañarse, relajar, disfrutar de atardeceres... No se puede dejar de probar la pesca local, recomendamos el dorado, por ejemplo al anana con pimienta negra, genial! La fruta tampoco tiene desperdicio: tomar el agua de pipa (coco) bien fría después de surfear no tiene precio, o hundir la boca y la nariz en un fresco y dulce mango... Puro placer. Una buena opción para recorrer esta zona es hacerlo en bicicleta. El camino costero está bien pavimentado, y hay varias playas, barrios y reservas para visitar. Por la noche si tienen suerte, podrán encontrarse con familias de perezosos (osos), desplazándose en las alturas, colgados de los cables de luz, o alimentándose en las copas de los árboles.

4. Segunda Etapa: El centro. Los volcanes, las cascadas y la Rain forest.

Un mediodía nublado emprendimos la vuelta, volviendo sobre nuestros pasos en la misma ruta, hasta llegar luego de unas horas, a San José. La bordeamos por la periferia y seguimos manejando, comenzando a ascender en la zona montañosa, llegando hasta un pueblito a unos 1000 metros de altura sobre el nivel del mar, llamado San Ramón, donde hicimos noche en nuestro camino hacia el Volcán Arenal. Nos quedamos en la Casa del Amanecer, un Bed & Breakfast de Chris y Luisa, un matrimonio yankee/peruano súper hospitalario y amable. Te hacen sentir como en tu casa, cocinan para vos, la comida es en común en una gran mesa, con el resto de los huéspedes. Nos tocó a nosotros compartir la cena con una familia de Quakers del mid-west americano, Ohio. Fue muy interesante compartir experiencias y estilos de vida bien distintos. Nos contaron acerca de los mercados orgánicos en auge en USA, como ellos producían de forma sustentable y sin agroquímicos huevos y hortalizas. Fue también increíble levantarse a las 5h30 AM, a esperar ver el sol salir desde atrás de las montañas, en el silencio fresco de la mañana, saboreando una taza de café orgánico cultivado y tostado ahí mismo. Después de semejante show natural y gratuito, nos sirvieron un desayuno completamente orgánico y casero (licuado de yogurt y banana con canela, miel y tostadas de pan casero, y mas café), cargamos el auto y retomamos nuestro camino.

Rios cristalinos y frescos, para chapuzones al calor de la media tarde. Que ganas de estar en esa hamaca en este preciso momento...

Tras algunas horas de ruta de montaña, con curvas y contra curvas, ya divisando la silueta del famoso volcán Arenal, llegamos a El Castillo, un mínimo poblado bien en lo alto, pasando el pueblo La Fortuna. Nos quedamos en un hostel en la cima, con varias opciones de alojamiento en su interior: cabañas, o carpas estructurales del tipo militar, instaladas en la ladera de la montaña y con vista al lago Arenal, al volcán y a una tupida jungla. Si tienen suerte durante la noche podrán ver el rió de lava incandescente bajando por la ladera del volcán Arenal, aunque ya hace un tiempo que está dormido... averigüen bien.Esa tarde visitamos el Lodge Arenal, reserva con acceso a varias cascadas, caminatas por la selva, donde te topas con monos, mapaches y pájaros de todo tipo. Hay una trilla que asciende y te lleva después de aproximadamente 2hs de luchar en un empinado y barroso sendero, a lo alto del cerro Chato, donde hay un lago volcánico, en el que te podes bañar. Atención acá, el ascenso es bien difícil y cansador, hay que llevar agua, y estar dispuestos a sufrir un poco! (En nuestra opinión, no vale tanto la pena, es mejor recorrer el resto del parque). Ya por la tarde, una vez caído el sol, fuimos a unas aguas termales en un rió de agua transparente, en medio de la selva. Pregunten por el acceso publico, a un costado de la ruta, ya que existen también varias termas con accesos pagos. Este rincón de rió, termina en un pequeño embalse donde se junta agua tibia, con la temperatura justa para relajarse y aflojar los músculos después de un día de caminatas. De noche empiezan a volar las luciérnagas, y suelen encender varias velas rodeando el estanque, creando un ambiente realmente mágico, de silencio, solo el ruido de la selva, y cubiertos por un cielo estrellado y profundo. Por la noche el hostel ofrecía una interesante opción: ser participe de la preparación de la comida, para lo cual había que anotarse previamente, para que el chef del lugar pudiese armar los grupos de cocineros/comensales. La noche que estuvimos tocó cocina étnica, mezclando sabores de la India, África e Indonesia, con especias, curry, picante, ensaladas de lo mas variadas, pine-apple pie de postre, acompañado por limonada casera y por supuesto, varias Imperiales bien heladas... Hay que recordar que en Costa Rica se come por la noche bien temprano, a la usanza yankee, a partir de las 19hs. Tras una noche estrellada en el medio de las montañas y de los volcanes, arrancamos bien temprano un nuevo día, desayunando a las 7AM, para seguir viaje hacia el volcán Tenorio.

Acompañantes incondicionales a lo largo del viaje por CR, las palmeras. Y los restos de arboles muertos en la playa, legado de un fuerte temporal allá por los 90.

Tomamos la ruta que bordea el lago Arenal, con una vista impresionante, desviándonos al final por un camino de montaña de varios kilómetros de ripio y muy pocos autos en el camino. Ojo acá, y en general con las indicaciones del GPS! Como bien dice la pantalla inicial, el aparatito este no reemplaza en ningún caso al sano juicio y al sentido común... Un par de veces por obedecer sin pensar sus indicaciones, terminamos en caminos de tierra que al final desaparecían y se transformaban en praderas de pasto y piedras... Tener un mapa a la vista, y una vista macro es siempre fundamental para ir verificando que el GPS no nos esté jugando alguna "broma salada". Llegamos finalmente a la zona del Volcán Tenorio, encontramos alojamiento en el hostal La Amistad. Es una autentica granja Tica, de una familia local, de gran extensión, con un criadero de chanchos, gallinas sueltas, estanques naturales con peces, con enfoque sustentable, reciclado de basura y hasta generación de energía por digestión de los residuos de los animales! Las cabañas son bien rústicas, de madera, camas con mosquiteros, con baños compartidos. La dueña, Rosaura, prepara comida bien casera, con ingredientes de su propio rancho. En el medio del parque, colgada de un árbol tan alto que se le pierde la vista a uno al levantar la cabeza, hay una hamaca natural hecha de una verdadera liana. Hasta los mas grandes van a disfrutar del vértigo y velocidad de este columpio natural. Otra particularidad es el loro mascota que vive en el jardín. Es de una variedad (Agapornis) que tiene la habilidad de reproducir palabras, y risas humanas de una forma increíble. El dueño le enseñó particularmente a reírse como las brujas, bien agudo y fuerte, tanto que hasta asusta! Una vez instalados visitamos el Parque Nacional Tenorio, conocido por su rio y cascadas celestes, con aguas color del cielo. La leyenda dice que Dios después de pintar el cielo de azul, lavó sus pinceles en el agua de este rio, y por eso conserva este color tan particular y llamativo. La zona es de bosques lluviosos. Casi todos los días llueve, o llovizna, y hasta está un poco fresco. Hay nubes enclavadas permanentemente sobre las copas de los árboles. Los días que pasen en esta región no van a ver el sol! Y van a mojar y embarrar casi toda su ropa!!! Recuerden que estamos en una zona montañosa, de bosques lluviosos. Una vez ingresado al parque (prepárense para embarrarse hasta la medula!), se camina por unos senderos, y se llega a varios puntos de interés. Como la cascada celeste, el rio celeste, la unión de un rio transparente con el rio celeste (con una zona donde se diferencia bien los colores de cada afluente), y unos de los principales atractivos para terminar la cansadora caminata antes de emprender la retirada, una terma natural en medio de la selva... El rio caliente se vuelve correntoso, y en una curva forma un remanso, donde hay piedras redondas que sirven de apoyo y forman un estanque natural. Es una experiencia imperdible la de recostarse y apoyar la espalda en una de estas suaves piedras, sentir la corriente tibia masajearte los pies y piernas, mirando y escuchando los sonidos de la selva... Da para quedarse un buen rato solo contemplando, y escuchando...

Unicas fotos que no son de este viaje (de hecho es un lugar que nos quedó en el tintero): el amigo Milton Marzoa en Roca Bruja, 2006

Nuestra próxima parada era la costa norte del Pacífico. Se extrañaba ya el sol, el calor y por supuesto las olas! Pero bueno, un poco de variedad en el viaje no esta mal. No todo son olas en esta vida (es lo que nos dicen los que no surfean... Nunca entenderán!). La última escala no surfística fue la súper cascada de Llanos de Cortés. Sinceramente vale la pena 100% hacer un alto en este lugar. Es una gran cascada, muy ancha, de unos 20 metros de alto, con un estanque natural bien amplio y una playa de arena, todo en medio de la selva. El lugar es bien Tico, muy local. Si van en fin de semana se encontraran con mucha gente de los poblados cercanos, vendedores de comida, de fruta, etc. En ese sentido da para probar todo: los cocos helados, el agua de Pipa (coco), las guayabas, los mangos, las brochettes de carne asada que te hacen ahí en el momento, los cajú (con el apéndice que termina siendo las ricas castañas tostadas que conocemos), etc. Para acceder al lugar hay que dejar el auto en un estacionamiento cuidado por los puesteros mismos, y bajar unos 100 metros por un sendero hasta la cascada. Nosotros dejamos las tablas adentro del auto, con nuestros bolsos, etc, y, propina de por medio y por suerte, no pasó nada. Este es un tema a tener mucho cuidado al viajar por Costa Rica, el de los robos o hurtos... De hecho un poco más adelante les contaremos nuestra triste experiencia, cuando lleguemos al capítulo del Pacífico Central, camino al Pacífico Sur... Sean muy cuidadosos con sus pertenencias!!! Uno de estos episodios puede truncarles literalmente el viaje, y la buena vibracion del viaje y/o vacaciones.

5. Tercer Etapa: El Pacífico Norte, playas, olas, olas, y más olas...

En la ruta nuevamente, despues de unas cuantas zambullidas refrescantes en el agua fria y transparente de la cascada, en medio de un oasis verde, un verdadero refugio para el sol fuerte de la media tarde. Sol que ya habiamos empezado a extrañar y a necesitar tras la estadia en la zona montañosa. Casi toda nuestra ropa estaba humeda, o con barro! Luego de pasar el poblado de Bagaces, atravesamos Liberia. Ya se empieza a notar marcadamente la influencia de los yankis en el paisaje y arquitectura... Aeropuertos, pavimento del mejor en las rutas, malls, cadenas gringas de todo tipo como Kentucky Fried Chicken, Taco Bell, McFucking Donald´s, Pizza Hut, StarBurks, etc, etc, etc. Se sentia el olor a grasas trans en el aire, y los carteles y logos de colores estridentes se te venian encima de forma intimidante! En nuestro caso siempre preferimos probar comida local, cocinada por las familias Ticas, las frutas, el pescado, el arroz y los frijoles, y su amabilidad caracteristica. Unos kilometros mas de ruta nos condujeron a Tamarindo, un pueblo a orillas del mar, con gran variedad de surf shops, atravesado por un rio de mismo nombre, donde suelen verse dientones cocodrilos asoleandose. Traten de no cruzar nadando... o tengan mucho cuidado. Decidimos ir del otro lado del rio en el auto, y buscar alojamiento en Playa Grande, tomando el desvio por la ruta.

Playa Grande es un lugar residencial, con muchas casas aun en construccion, organizado y loteado en parte como un gran barrio cerrado. Te frenan en una barrera para ingresar, como en Nordelta! La playa en si es una bahia amplia que mira hacia el oeste. Es una reserva natural, lugar donde en ciertas epocas del año llegan las tortugas a desovar. La playa está dividida en puestos, que son unos palos numerados espaciados por unos 50 metros cada uno del otro. En nuestra primer tarde en el Pacífico surfeamos hasta la caida de la noche, y la salida de la luna... Las olas entraban en series espaciadas, tras las cuales el mar entraba en calma total. Muy raro para los que estamos acostumbrados a surfear en el Atlántico. Hay que estar muy atentos a la llegada de la próxima serie. Las olas eran muy fáciles de remar, con mucho tiempo para posicionarse, mirar a ambos lados, pararse, y empezar a zurcar la pared de la ola, que se empinaba suavemente, dejando estelas de espuma y una lluvia refrescante de gotas, en las que se formaban arco iris. El viento siempre sopló off-shore, es caracteristico de la zona y de la epoca... Condiciones increibles. La temperatura del agua era un poco mas fresca que en el Caribe, pero en traje de baño y lycra para el sol se estaba muy a gusto, aunque los locales con los que conversamos en el agua se quejaban de que el agua estaba anormalmente fria. Ya de noche, sentados en la arena sobre las tablas luego de unas cuantas horas de surf, contemplando el cielo negro lleno de estrellas, acompañados por un mate calentito, recordando olas y maniobras en silencio mientras sentiamos el suave viento del mar en la cara, vemos acercarse a nosotros 2 personas con linternas desde lo lejos. Cuando estuvieron a algunos pasos de distancia, logramos distinguir 2 muchachas vestidas de blanco, con gorro e identificaciones de la Reserva Natural. Amablemente nos explicaron que en esta playa no se puede permanecer durante la noche, despues de las 18hs ya que hay que dejarle la arena y las olas a los verdaderos locales: las tortugas de mar! "Pueden estar sentados sobre algun nido, y ellas pueden estar por emerger del mar. Les pedimos por favor que se retiren. La playa no está habilitada durante la noche."

Postal habitual de caminata por la playa, con selva que llega hasta el borde y se diluye en la arena / América latina aun sigue desangrándose... en este caso para hacer aceite de palma, una industria muy contaminante que le deja muy poco a los campesinos locales, pero que le da mucho a las multinacionales que lo comercializan. Es impresionante tambien ver las grandes plantaciones de bananas, y los trazados de ferrocarril construidos especialmente en su momento por grandes compañías como la United Fruit Company (buuuuh!!!) para llegar hasta los puertos. Por momentos es como estar leyendo el libro de Galeano, pero en vivo y en directo.

Los surfistas ticos que conocimos en Playa Grande resultaron muy amables, algunos contaron sobre viajes de surf y trabajo a lugares como Filipinas, Hong-Kong, Indonesia, Australia y San Diego. Estaban muy intrigados por el surf en Argentina, ni siquiera sabian que se practicara el deporte en nuestro país, en un lugar tan al sur del planeta, y en sus mentes, tan "frio y helado". Otra de las historias que nos impresionó bastante, fue acerca de un ataque de tiburon en esta misma playa el año anterior, a un "buguero" (bodyboarder) de 15 años que habia faltado a clases junto a sus amigos, para agarrar un swell de buen tamaño que habia ingresado. Al chico le mordieron una pierna, con la mala suerte de sufrir el corte de su arteria femoral. Al parecer los compañeros no lograron hacerle un buen torniquete, intentaron usar las pitas de sus tablas, con nudos convencionales. El chico murio por pérdida de sangre camino al hospital... No hay que olvidar que al entrar al mar y adentrarnos tras la rompiente, estamos ingresando en territorio ajeno, donde existe una cadena alimenticia con sus predadores y predados. Lamentablemente los surfistas y bodyboarders que flotamos esperando las olas, desde la óptica de los tiburcios que nos miran desde abajo, podemos parecer tortugas (tablas de bodyboard) o lobos marinos. A contra luz del sol, solo se divisa la silueta desde abajo, ademas los tiburones no se caracterizan por poseer una vision aguda, sino por un olfato muy desarrollado. Ellos atacan por equivocacion, muerden, y al detectar que no tenemos grasa tan abundante como sus victimas naturales, ni el gusto esperado, nos sueltan. El problema es que la confusion tiene consecuencias graves, en algunos casos fatales, para los que sufren el ataque. Tuvimos la oportunidad de encontrarnos con seres marinos en las aguas de Costa Rica, como grandes manta rayas, tortugas, y hasta tiburones tambien. Si, si, tiburones. Pero esta anecdota corresponde al capítulo del Pacífico Sur, un poco más abajo en esta página. Hay que seguir leyendo!

Por la noche fuimos a comer a Tamarindo. Encontramos un pequeño restaurant al borde del mar, con mesas y sillas sobre la arena, a metros de la orilla, iluminados por velas. La noche estaba cálida, y corria un suave aire desde el mar. Tuvimos el privilegio de presenciar la puesta de la luna en el mar, pasando del plateado al naranja y por fin al rojo, justo antes de sumergirse en el Pacifico. El show gratuito fue visto en un palco con piso de arena, asientos de caña, acompañado por filet de Dorado (pez de mar que bien vale la pena probar, y volver a probar), y unas Imperiales bien frias. Dedicamos al dia siguiente una mañana más de surf en Playa Grande, en el puesto 29, para aprovechar el swell que todavia mantenia algo de tamaño. Pasado el medio dia, y despues de almorzar pescado (de nuevo!), seguimos viaje hasta llegar a Avellanas. Es notable lo seca que es esta region de Costa Rica, el norte, en contraste a la zona central de montañas, o mismo al Caribe. El viento de tierra es sostenido, y crea nubes de polvo en los caminos de ripio que se van encontrando al avanzar hacia el sur. Avellanas es una linda playa, por donde pasó Endless Summer II, con Wingnut y Pat O´connell. Hay varias rocas en la orilla, es prudente usar botitas si no se conoce el pico. Las olas son realmente increibles... Le dimos hasta la puesta de sol, no eramos mas de 8 personas en el agua, que segun los locales y al igual que en Playa Grande, estaba fria, mas fria de lo que ellos estan acostumbrados. No muy lejos de Avellanas, buscando alojamiento para esa noche, nos encontramos con las cabañas Kon Tiki. Los dueños son unos surfistas peruanos, que este año tenian alguilado el lugar a una pareja itinerante de franceses, Pascal y Camille + su pequeña hija. El lugar consiste en un grupo de cabañas de madera, elevadas sobre pilotes al estilo del Delta del Paraná, en medio de la selva. La pareja le pone su toque personal al preparar menus de comida francesa, africanos y hasta hindues. Pudimos probar sopas de atun, atun grillado del dia, y de postre un excelente fondant au chocolat tibio... Ni que estuviesemos en Paris! Si visitan este lugar, chequeen la heladera de la recepcion, dejamos nuestra huella en un calco rojo de Tres Quillas Surf. La playa de surf del dia siguiente fue la conocida Playa Negra. Nuevamente recurrimos a las botitas para poder pisar las piedras sin machucarnos los pies. Este pico tiene olas de point break sobre rocas, bien al fondo, y beach break en el centro de la playa. Nos tocó un marco inmejorable... El mar estaba verde azulado, color esmeralda, y el agua en esta oportunidad estaba caliente. Corrimos unas derechas tan largas que te permitian conectar y llegar hasta la orilla, o bajarte de la ola, y remar de vuelta al pico a mitad de camino, en el bowl donde la ola se hacia un poco mas lenta. Existe un hostel bastante exclusivo en el acceso a Playa Negra, donde tambien hay un surf-shop. El crowd predominante son los huespedes VIP de este lugar, en su mayoria gringos, y un grupo de ladillas franceses de entre 14 y 17 años, que copan el pico y no tienen una muy buena actitud en el agua. La proxima escala para almorzar fue la playa de Marbella, donde comimos ensalada de paltas, mezclada con atun y una salsa de condimento que les recomendamos probar, llamada Salsa Lisano, que es caracteristica de Costa Rica, especiada y algo picante. En Marbella las olas son mas bien orilleras, rapidas y huecas. Solo nos tiramos un rato despues de comer, para seguir nuestro camino hacia el sur, hasta llegar a Sámara, el pueblo tico de Mel Gibson.

A veces se escucha volar un par de helicópteros acercarse, si se los ve bajar detrás de cierta montaña entonces los locales saben que al rato pueden cruzarse al mismísimo Mel Gibson caminando por las calles del pequeño centro comercial y gastronómico de Sámara. Es un lindo pueblo costero, sobre una bahía bastante amplia, la playa es muy ancha tambien, con mucha arena, las olas son en general calmas y de no muy gran tamaño, por lo cual se puede aprovechar el pasaje por Sámara para realizar otras actividades. En nuestro caso salimos en una lancha a una recorrida por la bahía, desde las 8 AM. Primero se recorre el lugar, y se va a avistando varias especies de vida marina, desde grandes grupos de "dolphins" como le dicen inclusive los Ticos, hasta tortugas de mar, grandes mantas-rayas y algun que otro atun que salte en el horizonte. La lancha llevó a rastra 2 cañas de pescar, con una de ellas pudimos sacar un gran atun (al menos grande para nosotros!) de unos 10 Kg. Fue increible ver semejante pez, todo plateado y azulado. El avistaje y la pesca por supuesto dependen de la suerte que cada grupo tenga... El final del recorrido tuvo como destino una isla a unos 300m de la costa, cerca de la cual ancló la lancha y pudimos hacer snorkel entre peces de colores, grandes estrellas de mar, y demás habitantes de las profundidades. Se puede visitar la playa exclusiva de Mel, que se llama Barrigonas, es muy agreste, de mar abierto, un rio que desemboca y tupida vegetacion. Lleven su comida y bebida, no hay nada aqui, los locales dicen que la compró Mel para asegurarse la privacidad en su finca, que linda justamente con esta playa.

CR no se salva de los embotellamientos. Aqui una muestra del trafico local, y de los tipicos omnibus escolares amarillos yankis, como el que conduce Otto en los Simpsons. Los gringos se aseguraron de inundar CR y sus pseudo colonias con sus productos industrializados / Atardecer en una ola famosa... en la desembocadura del río Blanco. Adivinaron cual?

A la mañana siguiente continuamos el camino. Las rutas se convirtieron en caminos de tierra, que a su vez en algunos tramos se transformaron en simples huellas profundas entre la jungla!!! Bastaba con abrir la ventana del auto, estirar el brazo y alcanzar las ramas de los árboles. No aconsejamos ir hacia el sur de Sámara en autos convencionales, y tambien deberan averiguar bien por la época de lluvias y el estado de los caminos en general. Hasta las mareas pueden cortarles el paso, en varios sectores hay que cruzar rios con el auto, al mismísimo estilo Camel Trophy! Y si la marea esta alta, puede quedarseles el auto. Tengan en cuenta que no todos los 4x4 que nos ofrecen las agencias de alquiler son verdaderos 4x4, con las suspensiones levantadas, etc. Sean cuidadosos!!! Escuchamos varias historias de autos inundados al querer cruzar un rio, que hubo que ir a rescatar, lo que implica horas y horas de espera a que llegue la grua del seguro, si es que tienen señal de celular para llamarlos desde el medio de la selva! Hay que sumarle a estas condiciones aventureras que tampoco hay que hacer el camino de noche, y que en la gran mayoria del recorrido van a estar solos, ya que no hay tráfico, ni lugares donde detenerse. Despues de unas horas de camino aventurero llegamos para ver el atardecer en Playa Hermosa, justo antes de Santa Teresa. Nos dio el tiempo para hacer una zambullida en una olas de muy buena calidad, mar caliente ya dorado por los últimos rayos de sol, con un transfondo de palmeras increible. Lo que se nos empezó a complicar fue conseguir alojamiento por esta zona... En general son lodges de primer nivel, decorados al estilo tibetano o de Bali, con clases de yoga, cocina naturista, desayuno orgánico,  etc etc, pero que no bajaban de los 400 USD la noche!!! Asi que todo muy lindo, pero seguimos camino hasta Santa Teresa.

Nos encontramos acá con un poblado que creció a lo largo del camino de tierra, con una cancha de futbol en el medio, al lado de la escuela, de hecho como en todos los poblados de Costa Rica. De un lado están la playa y el mar, y del otro hay unas montañas de mediana altura con selva en sus laderas. Una particularidad del lugar es un extraño olor en el aire, y la gran cantidad de argentinos y argentinas que se radicaron y viven acá atendiendo hostels o restaurantes. No se sorprendan al escuchar hablar de "boludo" esto, "boludo" lo otro, "que hacés men", "como andás viejo", etc, al esperar en la fila del mercado para pagar las yucas fritas y la cerveza. Se percibe mucho, tal vez demasiado para nuestro gusto, la vibra argentina (en general porteña) en el aire en Santa Teresa. Nos hizo acordar y pensar en la "argentinizacion" de otros lugares, como Montañita en Ecuador, o el caso ya extremo de Praia da Ferrugem en el sur de Brasil, que terminó transformandose en una sucursal de Punta del Este... Pero este inconveniente se desvanece al asomarse uno a la playa, y ver el mar y las olas con las primeras luces del dia... Son de una calidad y consistencia impresionantes... El fondo es amigable, de arena. Van a agarrar unas de las olas mas largas de su vida, en un agua verde brillante y caliente, olas que abren y ofrecen largas paredes verdes de recorrido. El efecto de las mareas en el tamaño y rompimiento de las olas es importante, con lo cual hay que prestarle mucha atencion a los niveles y horarios para no perderse ni 10 minutos de swell. Hay bastante crowd en el agua, aunque como la playa es extensa siempre se encuentra un lugar mas alejado del monton, hay algo de localismo pelotudo tambien.

Siguiendo el camino hacia el sur, pasamos por lugares como Mal País, donde hay algunos surf-shops, con una escala en la playa de Montezuma, que es una pequeña bahia algo rocosa, con botes de pescadores y una gran comunidad hippie instalada. Conseguimos ahi unos de los ananas (piñas) y aguas de pipa (cocos) recien cosechados mas dulces frios y ricos del viaje!!! Despues de eso una buena siesta bajo las palmeras, para resguardarnos del sol fuerte de la media tarde, con el viento del mar en la cara y pasando entre los dedos de los pies... El final del camino en la peninsula de Nicoya nos dejó en Paquera, de donde sale el ferry que te lleva a Puntarenas, donde comienza la próxima fase del viaje: el Pacífico Central. El ferry tiene horarios fijos, que conviene verificar previamente, y estar como mínimo una hora antes, ya que una vez que el ferry se llenó, hay que esperar el otro. Y si no hay otro, hay que esperar al dia siguiente! Se forma una larga fila de autos para empezar a subir al ferry. En la terminal se puede comer algo, tomar helados o bebidas frias. La comida es mejor evitarla! O que sea "at your own risk". El cruce es lento, nosotros pudimos tomar el último ferry del dia a la hora del atardecer, asi que nos regalaron una puesta de sol detras de las montañas, vista desde el medio del mar. Un grupo de gaviotas nos acompañó volando cerca del barco durante todo el cruce, porque un grupo de borrachines les tiraba papas fritas y manies a las pobres gaviotas... De hecho sus sistemas digestivos no estan preparados para este tipo de alimento, y es mas el daño que se les hace, que otra cosa. Algo que nos llamó tambien la atencion es que se armó un boliche en la cubierta del ferry! Con cumbia y reggaeton sonando fuerte, y parejas de baile que promediaban los 50 años! Muy pintoresco.

6. Cuarta Etapa: El Pacífico Central, Jacó, Manuel Antonio, Parques Nacionales y más olas...

Al descender del ferry se llega a una ciudad alargada llamada Punta Arenas, despues de dar un par de vueltas para encontrar el empalme con la ruta y de parar en una sucursal de la cadena local de surf-shops llamada "Mango" (necesitábamos parafina, y andábamos en busca de uno de esos relojes a los que se les setea la tabla de mareas de cada lugar), finalmente volvimos a la ruta, una ruta en buen estado que nos condujo en medio de la noche hasta la próxima parada: Jacó. Encontramos alojamiento en base a una referencia de la Lonely Planet, en un morro en la entrada de Jacó viniendo desde el Norte. Una posada de una pareja canadiense, con pileta en el medio, parecía Melrose Place, todos hablando en gringo. La noche ya estaba entrada, así que fuimos a recorrer el centro de Jacó en busca de algun lugar para comer. Infelizmente solo dimos con Pizza Hut como lugar abierto. Pudimos ver una ciudad con una intensa vida nocturna, varios boliches, con mujeres de la noche en sus puertas que te encaran y van directo al grano (profesionales!). Una gran plaza con puestos al estilo feria artesanal hippie, con escenarios para grupos de música. Otra cosa que abunda en Jacó son los surf-shops: está lleno, varios de buen tamaño, con oferta de tablas nuevas y usadas, las tablas nuevas te dejan con la boca abierta! Estan todos los mejores shapers, con tablas de una calidad y terminacion impresionante, como Al Merrick, Sharp Eye, Aloha, Natural Art, Rusty, M10, y tantas otras más, sobre todo de origen Californiano, más que Hawaiiano. Lo que hay que tener en cuenta, es que los precios están indexados a los standares yankis, es decir en dolares, y altos... No es negocio a nivel de precio comprar tabla acá. A menos que esten dispuestos a desembolsar unos cuantos billetes verdes, eso si, por una tabla de calidad superior, y con un buen precio de reventa. Pero sino, compren nacional!!!

Bien temprano la mañana siguiente cargamos las tablas y partimos para Playa Hermosa, a unos 7 km por la ruta, hacia el sur. La playa es realmente linda, de arenas amplias, y con una ola potente y gorda. El agua se hace profunda a pocos metros de la orilla, luego hay un banco de arena sobre el que se levanta de golpe la ola. La remada debe ser rápida, y hay que encarar enseguida para donde abre la ola. Nos tocó un dia de mar azul intenso, calentito... increible. La fuerza de la ola le cortó la pita a uno del grupo inclusive...Al bajar las tablas del techo de la camioneta (las transportamos en fundas ´playeras), uno de los chicos grita "guarda!!!!! una araña gigante!!!! A lo que mi reaccion fue apoyar suavemente la tabla enfundada sobre la arena. Antes me hago picar por una tarantula, que tirar la tabla y romperla!!! Al ver la parte de arriba, habia una araña marrón verdácea, del tamaño de un huevo frito mas o menos, agazapada y achatada contra la funda azul. A los 2 segundos dio un salto y cayó en la arena caliente. Era una araña pollito, o una tarántula, nunca lo sabremos. Lo que si, tenia unos colmillos enormes abajo del circulo de ojos (tienen como 8 ojos). Pensar que mi mano al agarrar la tabla para bajarla del techo podria haberla aplastado, lo que hubiese provocado una picadura... La pobre araña no estaba muy a gusto en la arena seca y caliente de la playa, con lo que se fue corriendo hacia la orilla, hasta que se metio en el agujero de un ... cangrejo. Presenciamos despues una pelea entre el cangrejo y la araña, que quedó hecha una pelota, calculamos que muerta, y proximamente alimento de una gaviota... Ojo en CR! Hay varios insectos y animales de los que hay que cuidarse. Por supuesto, el mas peligroso nunca deja de ser el Hombre !

La puesta de sol es impresionante en esta playa tambien. Para comer les recomendamos, mas que ir a buscar hamburguejas y papas fritas,  buscar pescaderias en Jacó, y probar el ceviche fresco que venden para llevar en vasitos de plástico, con pescado, camarones, lima, limon, naranja y cilantro. Es mucho mas barato, saludable y fresco que llenarse con una pizza, o con las grasas trans de McDonald´s! Y de paso le dan una mano a los pescadores locales. Saliendo a la ruta de Jacó, nos encontramos con un control policial. Nos pararon a un costado de la ruta, y fuimos rodeados por 6 agentes de la policia local. Mientras uno se acercó al conductor para pedirle en este caso únicamente su licencia de conducir (nada de pasaporte, ni cedula de identidad), el resto rodeaba el auto caminando lentamente, inspeccionando visualmente el interior, y las tablas atadas en el techo. Uno de ellos se asomó por la ventana del acompañante y esbozó: "Cargan ustedes algun tipo de arma, o drogas?". Despues de un instante de silencio, ya que no podiamos creer la pregunta, respondimos al unisono "no, no señor. Nada de eso". A lo que el mismo agente, mirando nuevamente el interior del auto, insistió: "Están ustedes seguros que no llevan ningun tipo de armas, o de drogas?". Uno de los muchachos dijo timidamente "Yo tengo una cortaplumas suiza... No se si eso entra en la categoria de Arma?". Lo fulminamos con la mirada... como diciendo, si es una joda, sos un boludo atomico... y si tu pregunta es en serio, tambien sos un boludo!!! El policia no dijo nada, y despues de unos segundos preguntó: "qué es eso que traen ahí?". A lo que respondimos: "es un termo, ahi guardamos agua fresca, para que no se caliente". Tal vez pensó que era una ojiva nuclear?. Pero no terminó ahí la cosa, el incisivo agente replicó: "Y que es eso que está allí?". "Eso es la tapa del termo, señor...". La verdad, que ya de los nervios, pasamos a contener la risa, porque era bastante ridícula la situacion... Nos devolvieron el registro de conducir, y seguimos nuestro camino, preguntandonos a cuantos narcotraficantes y traficantes de armas habrán detectado y detenido con semejante operativo e interrogatorio? Es decir, cuantos habrán respondido que Sí, a las primeras preguntas?

La próxima escala en el camino fue Manuel Antonio, y su increible parque... Conseguimos alojamiento en el hotel de una señora coreana, a 1 cuadra de la playa, y 3 de la entrada del parque. La playa de Manuel Antonio es impresionante, de aguas mas bien calmas y calidas. No esperen olas en esta parada, pero sí relax, largos baños de mar, barrenadas en olas chicas, si llevan tablon, se van a poder divertir en olas tranquilas. Mucho cuidado, eso si, con sus pertenencias. No las dejen solas, ya que hay mucho robo a turistas en estas playas. El parque vale bien la pena ser visitado. Se ingresa por un camino que va subiendo, y despues hay varias opciones de playas, segun las ganas de caminar que tengan. Todas valen la pena, y son paradisiacas... Parece que uno estuviese dentro de una postal. Nos toc{o ver la salida de la luna, justo despues de la puesta del sol, todo desde adentro del agua, haciendo la plancha, arrumados por el suave vaiven de las olas...Cuidado con algunas especies de arboles de corteza venenosa, si los tocas te sale un zarpullido ardiente en la piel, y para personas alergicas puede ser un poco peor el asunto. Otra precaucion a tomar es no ubicarse justo abajo de una palmera con cocos! Vimos a un francés quedar casi KO por recibir un cocazo desde lo alto!!! Piensen que caen los cocos verdes, con la ancha y pesada corteza, dentro del cual está el coco que se consigue en los mercados. Da para pasar un dia entero tranquilamente en el parque. Despues para comer a la noche, cerca de la entrada hay restaurants en medio de la selva, donde sirven pescado del dia (recomendado: filet de dorado al ajillo) y jugos naturales.

Pavones mostrando su magia... Izquierdas largas, con fuerza. Impresionantes rides, que no se van de la retina, y con las que uno sueña inclusive muchos años despues.

Temprano la mañana siguiente seguimos camino hacia el sur del Pacífico. Paramos en una panaderia local en Quepos, y llevamos chocolatadas y unas facturas ticas que se llaman "orejas", son como palmeritas pero mas grandes, y mas blandas, azucaradas. Vale la pena probarlas, y tenerlas en cuenta para la hora del mate. El proximo pueblo fue Dominical. Se respira en este poblado el surf por donde pases y lo mires. Es un pueblo chico, en algun aspecto parecido a Praia da Ferrugem, pero en su primer version, allá por comienzo de los años 90, para los afortunados que pudieron conocerla antes de su argentinizacion y puntadelestizacion. En Dominical las calles son de tierra y arena, hay una gran feria hippie a lo largo de la playa, hacia el norte, donde vale la pena comprar recuerdos, las clasicas remeras de Cerveza Imperial, las iguanas de madera pintadas de colores, etc. En la entrada del pueblo hay un banco, y un supermercado, en el acceso está la conocida panaderia-confiteria Delicias, donde bien vale la pena probar los sandwiches, helados y tortas. Hay tambien varios y muy buenos surf shops, donde se consiguen excelentes accesorios de marcas como FCS, etc. La playa tiene en su comienzo hileras de palmeras y las olas... las olas pueden ser tremendas si embocan la llegada de un swell. Es un beachbreack, la ola suele ahuecarse, ser rápida y un poco cerradora. Hay que elegir bien antes de remar, o su tabla puede terminar en 2 o mas pedazos! Dominical es una ola rompetablas sin dudas... La prueba es el restaurant Tex-Mex - museo de surf llamado "San Clemente". En el techo del lugar, adentro, hay mas de 100 tablas partidas por la ola de Dominical... Lo genial es que cada tabla que fue donada por el surfista al que se le partio, está firmada por su dueño, y con una breve dedicatoria y reseña del accidente sufrido. Te podes pasar como una hora despues de comer mirando el techo, reconociendo viejos shapes, y fabricantes de otras decadas, hasta tablas argentinas o uruguayas, y leyendo las anecdotas de cada "partida". El lema del lugar de hecho es "You break it, you sign it, we hang it". Asi que elijan bien sus olas para que su tabla favorita no termine en el techo de San Clemente. En nuestro caso cuando llegamos estaba el coletazo de un gran swell. Con lo que nos tocó un mar ya ordenado, no muy exigido para entrar... Al ser un beach break de costa recta no hay canal de entrada, sino que hay que vencer las barreras de agua blanca y espumones, calculando los tiempos entre serie y serie para no derrochar demasiada energia de hombros y brazos. Ojo al bañarse en estas playas, las aguas son muy correntosas. Pasamos una tarde completa surfeando en 1 metro y medio de agua verde caliente... Hasta que el sol se puso y el cielo se tiñó todo de fucsia... Increible... Parecia un cuadro, o los atardeceres del final de los Simpsons, con cielos violetas y naranjas... Despues a volver caminando despacio, bajo un cielo estrellado, hasta la posada a unas 2 cuadras. Esto si que es vida !!!

La mañana siguiente seguimos surfeando en Dominical, ya el swell estaba terminando de perder fuerza, y asi fue como despues del medio dia decidimos salir a recorrer las playas mas hacia el sur. Pasamos primero por Dominicalito, pequeña bahia cerrada, donde se suele armar muy bien el mar, y que es famosa por su alto localismo. De hecho van a ver carteles en los arboles con sugerentes mensajes, y las miradas al pasar con el auto no fueron de lo mas amistosas, al menos en nuestro caso, y eso que ibamos sin las tablas sobre el techo! En la ruta ya de nuevo, uno de los integrantes del grupo ve un cartel de reserva marítima bandera azul, en un lugar llamado Punta Uvita. Era la reserva de Bahia Ballena. Entramos al pequeño poblado con el auto, llegamos hasta el final del camino, donde habia un pequeño lugar para estacionar autos (unos 10 lugares), y justo ahi la entrada y boleteria de la reserva.

Ya al ingresar despacio al parking vemos un gran cartel de "No deje sus pertenencias en el carro." OK, bajemos todo. Ahora yo me pregunto para que cazzo estamos pagando estacionamiento entonces, no? Nos anunciamos en la entrada del parque, una señora nos cobra religiosamente la entrada. Pasamos por una parte de selva junto a otro grupo de turistas, cruzamos un rio, hasta que llegamos a la playa... Una extension inmensa... Como 200 metros de ancho de arena, y playa hacia ambos lados, se le perdia a uno la vista en el horizonte azul. Decidimos caminar hacia el norte, unos 20 minutos, casi media hora, para alejarnos de la entrada y del mayor flujo de personas. Estábamos ya en medio de la nada misma, sin signos de vida humana ni civilización. Como es una reserva, no hay paradores, ni baños, ni nada. Nos acercamos al borde de la jungla, buscando algo de sombra y de reparo por el fuerte sol. Encontramos un rincón bajo unas palmeras, unos troncos que sirvieron de asiento y respaldo, donde nos instalamos, extendimos algunas toallas y pareos (si si, algunos hombres usamos pareos!), y aprovechamos para almorzar lo que habiamos traido: frutas, algo de pan, tomates, paltas, chips de banana y yucas. No nos cansamos de comer estas porquerias en CR! Una pequeña siesta, y despues fuimos a darnos un baño en el mar, mar calmo, verde intenso, sin nadie a la vista...

Nadie? Bueno, se veian venir algunas siluetas caminando por la playa, todavia lejos, bien chiquitas. Recordando los carteles de advertencia por los robos, decidimos por las dudas salir del agua, e ir acercándonos a nuestro pequeño camping, donde habian quedado nuestras cosas. Estamos llegando bajo las palmeras, medio a las apuradas por la arena caliente, y ya notamos algo extraño en el suelo... La arena revuelta, y los pareos todos arrugados. Un rápido vistazo y.... no estaba la mochila!!!! Nos robaron !!!! La recon.... de la lora !!!! Alguien vino desde la selva y se llevó nuestra mochila!!!!! Bueno.... la hacemos corta. Con la mochila se fueron: la camara de fotos y nuestros registros del 75% del viaje, el GPS que compramos en San José, algunas billeteras con algo de cash en dólares y en colones, tarjetas de crédito y débito, registros de conducir, cédulas de identidad, credenciales de medicina prepaga, la tarjeta de Club La Nacion (!!! : ) ), las llaves del hotel, protectores solares, anteojos de sol (mis Von Zippers de la suerte!!!), lycras, y algunas otras cosas....Por suerte, teniamos la costumbre de atar la llave del auto a la soguita del bolsillo del traje de baño, y nos la ibamos rotando segun quien manejara... Sino, nos quedabamos varados, a pata, en el medio de la jungla del sur de Costa Rica. Nos adentramos un poco en la selva, como queriendo dar con los chorros, y para ver si se habian descartado de los documentos (a veces estos sujetos tienen codigos), y empezaron a aparecer senderos hechos con machete, muy angostos, con cruces y bifurcaciones, que es por donde seguramente se mueven estos hijos de mil puta ladrones. Se quedan mirando y esperando camuflados en la selva, un minuto de descuido para ir corriendo, agarrar tus cosas, y desaparecer en medio de la jungla que solo ellos conocen. Tal vez sean chiquilines de no mas de 15 años... Volvimos corriendo a la entrada del parque, nos cruzamos con "oh casualidad" 2 policias en moto por la playa??? A los que paramos desaforados, les explicamos la situacion, y contenido aproximado del botin, digo, de nuestra mochila. Nos pidieron que pasaramos por la comisaria a hacer la denuncia, que iban a recorrer a ver si encontraban algo. En la puerta de la reserva tuvimos una desagradable escena, en medio de los nervios y del mal trago. Uno de los integrantes del grupo empezó a los gritos a acusar a los de la entrada de estar en complicidad y arreglados con los ladrones y con la policia. Para colmo nos dijeron ironicamente: "les avisamos de los ladrones. O acaso Ustedes no leyeron los letreros?". Siiiii !!!! Pero nunca dijeron que venian de la selva !!!!??? O me vas a decir que es la primera vez que roban asi a un grupo de turistas boludos como nosotros??? Porque no ponen un cartel que diga explicitamente cual es el modus-operandi de su banda de ladrones??? Porque no avisan al entrar al parque verbal y claramente que no hay que ponerse en el borde de la selva???? Si ustedes quieren frenar estos robos, lo pueden hacer. No lo hacen porque son ustedes mismos!!! Que parte de lo robado te toca a vos??? Y porque no te vas a la c.... de tu hermana !!!" Bueno, bueno, vamos, le dijimos a nuestro amigo calmandolo, que sino vamos a terminar presos nosotros, en vez de los chorros.

 Fuimos a la comisaria, que era una pequeña oficina a 10 minutos del lugar, por la ruta. El agente que nos atendio fue muy amable, nos tomó los datos, la denuncia (de la cual nos dio una copia, para poder seguir manejando en CR, ya que no teniamos mas permiso de conducir), nos prestó su celular personal y su notebook para llamar a VISA, anular tarjetas, etc, etc. Redactó la denuncia, y nos fuimos. Que bajonnnnnnn..................Y que boludos tambien.......Como puede ser que nos afanen a nosotros??? Argentinos que nos las sabemos todas??? Ja!!!!... Como consuelo de tontos, atras nuestro llego a la comisaria un yanki de menos de 40 años, al que le habian reventado la puerta de la casa que alquilaba, y escuchamos el inventario de lo que les robaron: pasaportes, efectivo, tarjetas, I-Pods, I-Phones, notebooks, ropa, etc... Nosotros al menos podiamos seguir con el viaje, teniamos nuestros pasaportes, y el resto de la guita en el hotel, dentro de la caja de seguridad del cuarto. Ah, si, un agradecimiento a una pareja de argentinos que nos encontramos en el estacionamiento, antes de irnos puteando a los del parque, y que nos dieron algo de efectivo para el camino de regreso a Dominical. Gracias Elvio y Vero, tuvieron un muy buen gesto que esperemos poder retribuir en algun momento de esta , u otra vida!

 Ya de vuelta en el hotel de Dominical, fuimos a comer unas fajitas a San Clemente, y a acostarnos...

 

Atencion con estos simpaticos amigos de lo ajeno! Los mapaches. Ellos esperan a que vayas a bañarte, y en 2 minutos te abrieron la mochila, incluyendo el cierre, y se llevaron tu preciado almuerzo al medio de la jungla! Los monos tambien tienen esas malas costumbres, y pueden ponerse agresivos. No olviden que el animal mas peligroso de todo CR no deja de ser el ser humano! Cuiden sus pertenencias, no les quiten el ojo ni un minuto. Despues no digan que no les avisamos...

7- Quinta y última etapa: El Pacífico Sur... Cabo Matapalo y Pavones.

A la mañana siguiente tomamos nuestro ultimo desayuno en Dominical, repusimos algunos de los elementos robados, conseguimos algo en surf-shops de ahí (mochila, protector solar, lycras...) y retomamos la ruta en nuestro camino a las 2 últimas paradas del viaje, en la península de Osa. La ola de Pavones era una zanahoria que teniamos adelante desde el primer dia, y estaba cada vez mas cerca. La mayoría del grupo eramos goofy-footers. Pasamos por la comisaría de Punta Uvita que nos quedaba de camino, para ver si habian encontrado por casualidad al menos nuestros documentos, pero nada... Los policias nos dijeron que habian aparecido algunos pasaportes tirados en la ruta, de una pareja suiza, y de unos italianos. Pero de argentinos, no. Puteamos nuevamente, y retomamos el camino.

La ruta estaba en buen estado, teniamos que pasar por un poblado llamado Chacarita, hasta llegar a Puerto Jimenez, que era el último pueblo para abastecerse de comida y agua, y cargar combustible antes de tomar el camino de ripio que se adentraba en la peninsula de Osa, hasta llegar al Cabo Matapalos. Hay un gran supermercado en la esquina de la ruta, ya dentro de Puerto Jimenez, enfrente de una bomba (asi les dicen a las estaciones de servicio en Costa Rica), donde hay que tomar el camino a la derecha, y darle por unas horas. El camino es como la ruta 40 en Salta, de ripio, con algunos pozos, no se puede ir muy rápido, no mucho mas de 40 Km/h. Se van pasando algunos caserios, con sus escuelas, que siempre tienen una cancha de fútbol 11 impecable al lado, con el pasto cortado, y bien demarcada.

A medida que pasan los kilómetros, se empieza a hacer mas selvático. Habiamos reservado por teléfono desde Dominical unas noches en Ojo de Mar, que es un lodge ecológico en medio de la jungla, justo después de cruzar unos ríos que atraviesan el camino. El lugar es increíble… parece que estas en la isla de Lost… No hay energía eléctrica, las opciones de alojamiento son cabañas sobre pilotes o en los arboles, en medio de la selva, o unas carpas al estilo militar, a metros de la orilla del mar, en la playa. Para las cabañas hay que ser valiente. No tienen paredes, las camas están rodeadas por tules contra los mosquitos, y contra el resto de los habitantes de la selva. Se imaginan los ruidos que se escuchan durante la noche, momento en que se despiertan todos los habitantes de la jungla. Hay 5 variedades de monos (araña, tití, aullador, y otros que no recuerdo) que uno ve pasearse por las copas de los arboles, alimentándose, o haciendo las cosas que hacen los monos, estos de día. Se pueden ver familias de osos perezosos alimentándose y moviéndose muuuuy lentamente sobre los arboles. Los baños son comunes a las cabañas y a las carpas, no tienen luz, y están un poco alejados, en medio de la jungla, al igual que las duchas, practicamente a la intemperie, rodeadas con una pared de bambú, y eso si, sin agua caliente, que igualmente no es necesaria. A no sorprenderse si aparece una araña gigante mientras están haciendo lo suyo, o si cae una serpiente desde lo alto en medio de la noche!!! No es para cualquiera la experiencia... A la hora del atardecer comienza un bullicio ensordecedor de la multitud de cigarras, que son del tamaño de una ciruela y que se pueden ver sobre los troncos de los árboles. El ruido es impresionante… Por la noche también salen a deambular por la arena, mas cerca de la orilla, una miríada de cangrejos ermitaños. Parece que el piso se mueve, de la cantidad que son, es como si se movieran las piedras, ya que estos simpáticos cangrejos no tienen caparazón, y toman prestado la casita de los caracoles muertos que trae el mar. Y se mudan mas o menos igual que los humanos, cuando la casa les queda chica, sin tener en cuenta problemas de financiación o hipoteca de caracol. Ni hablar de lidiar con inmobiliarias timadoras o escribanos deshonestos! A medida que uno camina, ellos sienten las vibraciones del piso, y se detienen, para retomar su incesante marcha a los pocos segundos, emitiendo también un ruido único de frotación contra la arena y las piedras. No hace falta decir que los cielos estrellados por la noche son impresionantes… de fondo se siente en permanencia el vaivén de las olas orilleras, suaves y arrulladoras, y si les toca luna llena… es realmente un marco inolvidable.

Cangrejo ermitaño, salen de noche y viven en caracoles abandonados. Cuando perciben un movimiento, se meten adentro y se quedan quietos / Cangrejo fantasma, tambien salen de noche, los van a ver en caminos de tierra, hay que ir esquivandolos con el auto / Escorpiones!!! A este muchacho lo cruzamos de dia, volviendo de la playa. Vean bien donde pisan en CR, o esa daga envenenada en la cola puede terminar enterrándose en su tobillo!

Un factor importante a tener en cuenta es que toda la franja costera es rocosa, son piedras mas bien redondas, no filosas pero sí asperas. Con lo cual es fundamental contar con Crocs o algun calzado similar para poder caminar y bañarse en el mar con comodidad. Descalzo es muy difícil, te tropezas porque las piedras se mueven, y te raspas todos los tobillos. El efecto de las mareas es muy marcado también, hay que tener cuidado al salir a caminar por la playa, ya que la marea alta puede cerrarles el paso de regreso a la carpa. Fundamental también llevar linternas. El lugar cuenta con un espacio en común de madera, abierto, donde la dueña (una señora alemana simpaticamente estricta) prepara por las noches cocina organica, vegetariana y étnica. Se arma una gran mesa de madera, con capacidad como para 30 personas o mas, donde se comparte la comida con el resto de los huéspedes. Nos tocaron de compañía grupos de yanquis, suecos, alemanes, noruegos… eramos los únicos argentinos, y los únicos que hablaban español. Es muy interesante compartir estilos de vida muy distintos, culturas diferentes, se generan conversaciones interesantes. Nos sirvieron arroz frito con almendras y especias, carpacchio de remolacha con queso de campo, garbanzos al curry, y de postre bananas flambeadas… Un lujo! De individuales había hojas de palma, se podía tomar jugos naturales, agua, o la infaltable Imperial. El costo era de 19 USD por persona la comida.

En cuanto al surf, todo depende del ingreso o no de un swell con la buena dirección. Las playas surfeables son Pan Dulce, Backwash, y playa Matapalo, en dirección al cabo con el mismo nombre, que es la playa más lejana y donde se arma más grande. Para ir conviene salir al camino, mas que ir por la playa. Al resto de las playas se puede ir por la arena. Las olas son de rompimiento mas bien suave y progresivo, buenas para tablón, y sobre fondo de arena + rocas, volviéndose mas rocoso a medida que se avanza en el recorrido de la ola. Playa Matapalos se pone más exigido, las olas suelen ser de mayor tamaño, con presencia de locales, rompen mas lejos y hay que ir esquivando grandes rocas en el recorrido. No es para principiantes… Hay cascadas cerca que se pueden visitar, en el medio de la selva, con agua dulce fría, ideal para combatir la pesadez de la media tarde.

Dejamos Matapalos, tuvimos que volver sobre nuestros pasos hacia el norte, y luego volver a ir hacia el sur por el camino que conduce a Pavones. En algunos tramos este camino se parece a los caminos de tierra colorada de Misiones, con amplias subidas y bajadas, y algunos tramos en reparación. Uno se cruza con muchos camiones Mack de carga pesada, tractores… Hay varios cruces de ríos. Pavones es un pueblito 100% de surfistas, zurcado por el río Blanco. Pavones es famosa mundialmente por tener la ola izquierda mas larga del mundo, en los días de swell fuerte (3 metros y mas), cuando la ola se levanta al sur del río, cerca de una rocas, y avanza con fuerza conectando todas las secciones. Tuvimos suerte una vez más, y embocamos 3 días de swell, de menor a mayor. El primer dia sirvió de reconocimiento del lugar, de la ola, de la playa y de la rompiente. Como primer punto, y al igual que en Cabo Matapalos, la franja costera hasta llegar al line-up es toda de piedras, redondas no muy filosas, pero sí muy asperas. La entrada al mar es por lo tanto lenta, paso a paso, midiendo piedra a piedra y donde pisar y apoyarse para mantener el equilibrio, con la corriente del mar y las olas que se van sintiendo cada vez mas a medida que se avanza en el mar. Una vez que se llega al agua a la cintura, se puede empezar a remar, aunque con el riesgo de tocar alguna piedra con las quillas o con el bottom. Las botitas de neoprene o para reef son muy útiles, atención a no hacer papelones, ya que una caída al entrar o salir del mar provoca raspones por todos lados (manos, codos, piernas, rodillas, tobillos), y machucones en la tabla. Nos llevamos algunos recuerdos de Pavones !!! No les vamos a mentir... Una vez adentro es otro mundo, hay silencio, concentración,… las ondas se ven venir desde el horizonte, algunas ya rompiendo. Todos reman mirando quien toma la ola, si el que la toma se cae… Esto puede generar algo de mal ambiente en el agua, ya que la mayoría está haciendo fuerza para que te caigas para quedarse con la ola! En seguida se reconoce a los locales, porque no paran de tomar olas, y de ir y venir. La ola tiene fuerza, la fuerza del Pacífico… es impresionante: se rema, se gana gran velocidad, se empina y al pararse se abre una pared infinita hacia la izquierda… Las recorridas son memorables y quedan grabadas en la retina para siempre... El río Blanco que desemboca en el mar, es el lugar para refrescarse y sacarse la sal después de una sesión de surf. Se puede hacer la plancha sobre la tabla, mirando en el horizonte las olas y las maniobras de los que quedaron en el mar. Siempre hay una o 2 personas filmando desde la playa con trípode, y sacando fotos. Por la noche proyectan las imágenes en el restaurante/bar La Manta en una pared blanca, donde es imposible no ir si pasan por Pavones. Se recomienda el atun fresco, los aros de cebolla (onion rings) y los tragos. Rodeando la pantalla hay un grupo de lagartijas que se quedan esperando que algun insecto se acerque a la luz, para devorarlos. Nos vimos pasar en varias olas en la proyección, el cameraman está muy atento a los duck-dives de las chicas que están en el agua, estos son los primeros planos mas esperados y aplaudidos de la noche!

Pasados los últimos 3 dias en Pavones, emprendimos el regreso hacia San José… Fin de un viaje memorable, lleno de recuerdos, de olas, de descubrimientos y de aventuras. Aunque sin fotos digitales, en la memoria nos quedan imágenes, ruidos, aromas que nunca olvidaremos. Costa Rica es un país que bien vale la pena visitar si sos surfista, descubrir si sos amante de la naturaleza y de la aventura. No descarten el Caribe, que nos sorprendio por su calidad y consistencia de olas, y por la exuberancia de su vegetación. El sur del Pacífico es un poco lejos de todo, pensamos que se puede relegar para concentrarse en Caribe y Pacífico Norte y Centro. Pero si pueden recorrer todo como hicimos nosotros, mejor!

Pura vida maes, no duden en escribir si necesitan mayores detalles, aunque estamos convencidos que les dejamos en esta sección valiosa y cuantiosa información.

Buenas olas para todos (y para todas) !!!

3 Quillas

No hace falta ir al super... Bananas, ananás, mangos... al alcance de la mano. Y si van al super, no dejen de probar los chips de plátano!!! y las yucas (mandioca frita) !!! con una Imperial bien fría...

 

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NUEVO: Surf Guide de Costa Rica (click aquí) por Surf the Planet.

Textos y Fotos más abajo por Estanislao Esteve Vanini estani11@hotmail.com 

La primer foto es en playa Jacó, provincia de Puntarenas,ubicado en el océano Pacífico, con arenas un poco oscuras por la erosión volcánica, y agua cálida. Olas perfectas con un buen swell y un mar glass, la forma de llegar es en un Bus, que sale de San José, de las terminales Coca-Cola o Alfaro, el viaje dura aproximadamente 3.00 hs.

 

La segunda foto es en Montezuma, en uno de los parques nacionales "Cabo Blanco", si observan el fondo de la foto se puede ver una cascada. Se la llama cascada porque desemboca en el mar, y es una de las tres cascadas permanentes que hay en el mundo. La otra esta en la India y la otra en Hawai, hay muchas mas, pero solo esas tres son permanentes. Para llegar desde el muelle de Puntarenas por Ferry, este te deja en Paquera donde un bus te espera para llevarte a Cóbano y desde ahí se puede ir en bus o taxi. Este lugar es un paraíso, no existe otro lugar igual. Se acampa en frente del mar, muchos monos, serpientes, iguanas y mapaches. El agua es mas que cristalina, y muy cálida, no se puede surfar bien, rompe muy cerca de la orilla y hay mucha cantidad de piedras.

 

 

La tercer foto es en tamarindo, este lugar se lo puede calificar como el rinconcito de los Argentinos, ya que hay muchos viviendo allí. Este lugar es muy completo, tiene un pueblo de 5 cuadras (el de Montezuma tenia solo 2 cuadras) con mercados, internet y telefonos públicos, un lindo bar llamado Mambo. Yo lo considero mi debut en el surf, ya que ahi pude correr mi primer ola hasta donde quise. Este lugar posee un mar muy, pero muy glass, cada 30 segundos viene una serie mas que confortable, de 4 olas, las primeras 2 son perfectas, y las segundas 2 son unos perfectos tubazos. Con un buen swell el mar se pone bien heavy. A dos Kilómetros se puede surfar en Playa Grande donde se destacan los tubos. Se llega atravesando un río que cuando sube la marea sus aguas se comunican con el mar, y ahí, ¡¡¡¡cuidado con los cocos!!!!!! Por suerte no
hubo ningún herido. En este lugar uno, al estar sentado en su tabla y con olas para todo el mundo puede observar a unos centímetros a los pelícanos
pescando sus presas, este lugar si que es "Pura Vida".

 

Foto arriba: de izquierda a derecha : Estani (Estanislao), Tincho (Martín), Pipi (Alejandro)  y Ser (Sergio) .

 

La cuarta foto es en el camping en donde nos alojábamos, su nombre "Rodamar", con gente muy amigable que se juntaba por las noches a comer la comida tradicional de Costa Rica : el Casado, una combinación de ensalada,con arroz y frijoles y la opción de un pedazo de carne roja o de pescado o pollo. Para llegar a Playa Tamarindo hay 2 opciones, tomarte un bus directo desde San José, que sale una vez al día, terminal Alfaro o la que tuve que hacer yo, pasar una noche en San José (que solo no se la recomiendo a nadie) ,levantarse tempranito, apenas sale el sol ir a la terminal Coca-Cola, de ahí tomar un bus a Santa Cruz, tiempo 2 hs., y esperar el bus a Tamarindo, tiempo 1.30hs.


La ultima foto es en Mal País, en un Surf Camp, el lugar mas surfero que conocí en mi vida, es verdaderamente un templo del surf. Es un pueblo muy chico, creo que esta en Guanacaste, tiene un puesto de internet, un teléfono publico, un supermercado, y un hotel, de 10 habitaciones. Todo lo demás es selva, ah, y una soda. Llaman así al puesto de comidas, como un bar para comer y un bar para tomar algo por las noches. Este lugar esta infestado por gringos, paran generalmente en carpas ubicadas en la playa. Poseen todo tipos de accesorios, ya sea para ver para donde sopla el viento por la mañana, como campanitas con orientación hacia los cuatro puntos cardinales y demas.

 

Sus aguas también son cristalinas y cálidas, hay peligros tanto afuera como dentro del agua. Fuera del agua esta lleno de escorpiones, creo que no son venenosos, solo aparecen de noche, cuando la gente duerme, y dentro del agua hay muchos peces que rozan tus piernas, llegando a provocarte tajos. También hay serpientes marinas, estas son venenosas y peligrosas, ya que al morderte, (obviamente no ocurre todos los días), sujetan la parte en donde colocaron sus dientes y no la sueltan por varios segundos inyectándote un veneno que sabe solo Dios el grado de poder que tiene. Como en el lugar no hay un hospital, hay que ir a un lugar llamado Puntarenas, si mal no recuerdo, a extraerlo. Cuesta mucho entrar en estas playas, ya que hay mucha espuma por la olas, rompe 3 cuadras adentro, una ola normal en este lugar es de 2 metros, pero cuando entra un swell, agarrate, de 3 mts. y subiendo, creo que en mi vida vi olas tan grandes y tan buena calidad de surf.

 

 

En la foto estoy yo, y unos amigos gringos  del lugar, con buen surfing los Yanquis, en el Surf Camp de Mal País, este lugar era muy especial, tenia pileta, bar, y las cabañas eran de caña, con espacios de medio metro entre caña y caña, y un ventanal, obviamente sin ventanas con buenas vistas. Por las noches a taparse bien ya que entraban desde monos, sapos, serpientes y nuestros amigos los escorpiones. Para poder sobrevivir a eso la mejor opción era llegar con un buen mambo y a dormirse rapidito. Se llega también tomando un bus desde Puntarenas.

 

Espero que el relato les sirva, aunque no hay problema, ya que me gusta mucho contar mi viaje, sé que esperaban mas fotos surfando, o en el agua, lamentablemente no las pude revelar, pero prometo en cuanto pueda, hacérselas llegar...

 

Un saludo para todos, Estani. estani11@hotmail.com 

Fotos enviadas por Felix Bracco (Argentina) desde Costa Rica, Junio 2003. Pueden ver la calidad y potencia de las olas que puede brindar Costa Rica al surfista que la visita.

 

abajo : Un buen porrazo made in Costa Rica!

 

 

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